Nunca olvidaré la vez que perdà un año de ingresos en menos de cinco
horas. Era un hermoso viernes y mi esposa y yo querÃamos ir a la playa con
los niños. Le dije, mientras se alistaban, que yo realizarÃa un par de
operaciones y que saldrÃa del mercado al medio dÃa.
De repente, observé una oportunidad. Entré al mercado con 30
lotes, lo que
constituye unos US$ 300 por cada
pip que mueva el mercado; es decir, que
10
pips valen US$ 3.000. Lo único que querÃa eran unos 30 pips para
disfrutar el fin de semana. Para mi sorpresa, el mercado pasó mi orden de
parada por 3 pips y cambió su camino. Empecé a preguntarme qué estaba
sucediendo, pues habÃa ganado unos US$ 8.000 y ahora estaba perdiendo
esa cantidad. No habÃa colocado una orden de parada protectora porque yo
era el Jefe de Forex y habÃa adquirido el hábito de
operar sin una orden de
parada. HabÃa creado un sentimiento de falsa seguridad. Pensé que no
habÃa problema porque el mercado estaba teniendo
movimientos laterales,
asà que volvà a entrar con otros 30 lotes. Pensé que recuperarÃa el costo.
El
mismo truco ignorante responsable por tantas fallas en el mercado de
valores. Luego me encontré a mà mismo perdiendo US$ 600 por pip. Lo
único que querÃa era que el mercado retrocediera a mi favor en 10 pips, que
serÃan US$ 6.000, e hice un trato conmigo mismo en e que acepté
conformarme con esos US$ 6.000. Cuando el mercado estaba llegando a mi
punto medio, saltó en la dirección contraria y ahora estaba perdiendo unos
US$ 30.000. Pensé: “No hay problema, soy el Jefe de Forex�, y volvà a
ingresar con otros 30 lotes, lo que me puso en ese momento en 90 lotes por
una operación, o en US$ 900 por pip. El mercado comenzó a ir en la
dirección que yo querÃa, lo que me produjo un gran alivio. Pero cuando
hacemos cosas estúpidas en la vida, existe un dicho que reza:
“El ignorante debe sufrir�
El Mercado se disparó como un cohete en la dirección contraria. Ahora
estaba muy preocupado y ya estaba perdiendo US$ 200.000. Miré hacia el cielo y recé a Dios por su ayuda en esta situación. Lo que he aprendido
como operador es que cuando se le pide ayuda a Dios en una operación, Su
respuesta es: “SÃ, no, o quizásâ€?, pero la gran parte de las veces responde:
“Por favor, esta es una de las veces en que quizás te ayudaré�.
Las personas desesperadas hacen cosas desesperadas y yo estaba a punto
de efectuar la acción más desesperada que puede hacer un operador:
arriesgarlo todo. Dije: “¡SOY EL JEFE DE FOREX (FXCHIEF)!� Entré con
otros 30 lotes, lo que constituyen 120 lotes o US$ 1200 por cada
movimiento de pip. No le toma mucho tiempo al océano ahogar a alguien en
una tormenta y no le toma mucho tiempo al mercado enseñarle a alguien
una lección de humildad.
Me tiré al suelo temblando, me arrodillé gritándole a Dios, pidiendo por Su
ayuda. Juraba que nunca volverÃa a operar sin una orden de parada
protectora si me sacaba de ésta; incluso me comprometà a ir a la iglesia y a
darle el 20% como diezmo, en lugar del acostumbrado 10%. Mientras el
mercado se movÃa más en mi contra, más grande era el dolor y más grande
el porcentaje que estaba dispuesto a ceder.