La bolsa española rebotó el viernes desde los mínimos anuales de la víspera con los inversores aprovechando las recientes ventas para comprar a precios más baratos tras dos jornadas de pánico en las que el selectivo se dejó más de un 5 por ciento.
Tras el rebote del 2,97 por ciento del viernes, el Ibex cerró la semana con una caída del 1,95 por ciento, con los inversores atemorizados por la inestabilidad macroeconómica en Europa y las crisis geopolíticas a nivel mundial.
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