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Robert Kiyosaki es uno de los autores más destacados en el mundo del emprendimiento. Su bestseller “Padre Rico, Padre Pobre”, publicado en 1997, ha vendido más de 32 millones de copias hasta la fecha y ha sido traducido a más de 30 idiomas. Para todos aquellos que os sintáis atraídos por las posibilidades de una vida financieramente exitosa, Robert Kiyosaki es el autor a seguir.


Robert Kiyosaki es también reconocido por haber sido el creador del cuadrante del flujo de dinero, un innovador (y muy acertado) esquema donde clasifica a todos los trabajadores en función de su fuente de ingresos. Para Robert Kiyosaki, no todos los trabajadores son iguales: algunos obtienen sus ingresos del “lado correcto” del cuadrante, esto es, a partir de unos principios que en última instancia conducen a la creación de riqueza. El resto de trabajadores viven atrapados en la archiconocida “carrera de la rata”, el lugar donde intercambiamos nuestro preciado tiempo por un bien mucho menos valioso que este: el dinero.


En este post voy a explicarte qué es el cuadrante del flujo de dinero y por qué es de especial interés para traders. Conocer sus implicaciones te permitirá tomar perspectiva respecto a tu situación financiera actual. Al finalizar este artículo sabrás si estás o no avanzando en la dirección correcta en tu camino hacia la libertad financiera.


¡Vamos allá!


El cuadrante del flujo de dinero
El cuadrante del flujo de dinero es un concepto/esquema elegantemente simple. Consta de 4 “compartimentos” con las letras E (empleado), A (autoempleado), D (dueño de negocio) e I (inversionista). Cada uno de estos perfiles se diferencia del resto en la forma en la que genera sus ingresos:


Cuadrante del flujo de dinero


1_Los empleados (E) trabajan para una empresa y cobran un salario.


2_Los autoempleados (A) (autónomos si quieres) son trabajadores por cuenta propia.


3_Los dueños de negocio (D) son propietarios de una empresa y realizan funciones directivas.


4_Los inversionistas (I) obtienen sus ingresos de las plusvalías que les reportan sus inversiones; ya sean estas provenientes de la bolsa o de cualquier otro activo (empresas, inmobiliario, arte, etc).


Los empleados (E) y los autoempleados (A) funcionan igual que un parquímetro: cobran por horas. Su nivel de ingresos está directamente relacionado con la cantidad de tiempo que dedican a su trabajo. Dado que su tiempo (como el del resto) es limitado, sus ingresos siempre tendrán un techo muy definido. No pueden beneficiarse del apalancamiento de tiempo y de personas lo que les introduce de lleno en la “carrera de la rata”. La emoción que domina su toma de decisiones es el miedo, lo que les impulsa a buscar la conocida “seguridad” en su carrera profesional. Estos pueden ser funcionarios, panaderos, arquitectos, dentistas, abogados, camareros…


Por su parte, los dueños de negocio (D) son propietarios de un sistema. Su empresa es una maquinaria que se aprovecha de la sinergia de todas sus partes (personal, bienes, procesos, etc) para generar un ingreso. A diferencia de los perfiles anteriores, los dueños de negocio (D) pueden apalancarse lo que les permite aprovechar las ventajas de las economías de escala. Generar más ingresos es solo cuestión de encontrar a más clientes y contratar a más personal. Su potencial de crecimiento está limitado únicamente por su cuota de mercado. Sus ingresos son muy superiores a los de los empleados (E) y autoempleados (A) y su objetivo último es la “libertad financiera”, esto es, llegar a un punto en el que sus ingresos pasivos cubran holgadamente sus niveles de gasto personal.


¿Y qué hay de los inversionistas (I)? Bueno, ellos son los más astutos a la hora de generar sus ingresos. Tienen un gran conocimiento de los mercados financieros y del mundo de la inversión en general, siendo capaces de obtener grandes rentabilidades de una manera sostenida a lo largo del tiempo. Estos se apalancan con su propio dinero y con el de otros, ya sea el de brokers, socios de inversión o demás socios capitalistas. Son el único perfil que puede aprovecharse de las ventajas del interés compuesto en el largo plazo. ¿Cómo? Reinvirtiendo sus beneficios año a año lo que conduce a un crecimiento exponencial de su patrimonio en el largo plazo. Al igual que los dueños de negocio (D), su principal motivación es vivir una vida plena y financieramente libre donde su dinero “trabaje para ellos”.


¿Dónde estamos los traders?
Blanco y en botella. Los traders estamos en la casilla I (Inversionistas). Pero no he escrito este artículo solo para responder a esta pregunta. Eso lo podrías haber descubierto tu sin problema. Lo que quiero es felicitarte por haber tomado una gran decisión. Estás donde tienes que estar. Jugar a lo seguro en los tiempos que corren es de mediocres. Tenemos la inmensa suerte de vivir en una época donde la información fluye hacia nosotros sin esfuerzo. Aprender algo nuevo es solo una cuestión de voluntad personal. La información está ahí esperándote. Solamente tienes que encontrar una motivación y ponerte a caminar. Muchos ya lo han hecho y no hay razón por la cual tú no puedas hacer lo mismo. Llevará tiempo y esfuerzo, pero los resultados siempre llegan. En serio, merece la pena intentarlo.


Conclusión
Si ya eres un trader, enhorabuena, estás progresando adecuadamente. Tus ingresos son generados en un cuadrante con crecimiento ilimitado. Tu techo solo está condicionado por tu nivel de experiencia y por tu compromiso con esta profesión. El tiempo juega a tu favor y los resultados llegarán. Solo es cuestión de tiempo. Confía en ti y todo saldrá bien.


Ahora bien, para todos aquellos que aún no hayáis transicionado hacia los cuadrantes D e I, siento deciros que en los cuadrantes E y A ya no hay nada por lo que merezca la pena luchar. Por supuesto que muchos de vosotros dedicáis una gran cantidad de tiempo y esfuerzo en eses cuadrantes, pero ese esfuerzo cae (casi) siempre en saco roto. La promesa de un trabajo seguro y bien pagado ya no es realista. Puede que tu entorno siga aconsejándote ir a lo seguro pero la realidad ya ha demostrado que el camino de la seguridad es de todo menos seguro. Los títulos y la experiencia ya no son garantía de nada. La precariedad viene para quedarse y nadie va a ayudarte. Solo tú estás en disposición de mejorar tu situación.





Ahora dime, ¿conocías a Robert Kiyosaki? ¿En qué cuadrante generas la mayoría de tus ingresos? ¿Qué perfiles son los que triunfarán en el futuro?
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