Haced siempre lo que es necesario para cumplir vuestro sueño, no dejéis que los demás os disuadan de vuestras metas.
Al final, los prejuicios son siempre el mayor obstáculo para el que cree en ellos, porqué limita su desarrollo personal.
Un especulador puede encontrarse con estos otros prejuicios:
El dinero es malo – hay gente que afirma que dinero causó siempre mal en el mundo, hubo guerras, conflictos, relaciones rotas, crÃmenes, todo por dinero. El problema es que no entendieron que el causante fue siempre hombre, no el dinero, el dinero puede ser el motivo por el cual se comete, pero el dinero por sà solo no puede cometer un crimen... Es increÃble cuanta gente cree de este modo. Si queréis hacer trading y creéis que el dinero es malo, por favor, no lo hagáis.
No es bueno ganar dinero sin trabajo – es otro prejuicio. Hay gente que considera que ganar en la bolsa consiste en clickear con el ratón, comprar y en 30 minutos vender y ganarse 10.000 euros. No ven el trabajo que hay detrás de todo eso. El trading es como cualquier otra empresa. Antes de hacer el negocio, hay que estudiarlo bien, hay que trabajar en la
estrategia y siempre mejorarse a sà mismo. Además el
trader arriesga su dinero. Mucha gente no tendrÃa valor para hacerlo.
Esto puede hacerlo otro, pero yo no soy tan bueno como para tener éxito. Cada uno puede ser exitoso en la bolsa, pero cada uno es diferente. No hay ningún motivo para que compare mis ganancias con las de otra persona, a menos que me guste hacerlo asÃ. Lo más importante es encontrarse a sà mismo, descubrir su personalidad y hacer bien la introspección. Si los demás pueden ser exitosos, no hay ningún motivo por el cual no podrÃa tener éxito también yo.
Encontraréis otros prejuicios, pero siempre hay que hacer un estudio y analizarlos. Cuando tengáis dudas internas, buscad las opiniones, los pros y contras, estudiad la información para que sepáis más sobre el asunto. Y luego solamente vosotros seréis los que decidáis. No dejéis que decidan terceras personas por vosotros, ya sea un familiar, una persona influyente, su jefe, o quien corresponda en cada situación. Esto es extrapolable a cualquier situación de la vida. El responsable de vuestros actos sois siempre vosotros mismos, nadie más.